¿Cómo leer las etiquetas de los alimentos?
Comprender con precisión la información presentada en las etiquetas de los productos alimenticios resulta fundamental para elegir de manera consciente lo que consumimos, impactando directamente en nuestro bienestar y estado de salud. Este conocimiento permite identificar los nutrientes, calidades, porciones recomendadas y presencia de posibles alérgenos o sustancias que preferimos evitar debido a restricciones dietéticas o personales.
Al familiarizarnos con los valores nutricionales, como las cantidades de azúcares, grasas, proteínas, vitaminas y minerales, podemos adaptar nuestra alimentación a las necesidades específicas de nuestro organismo, promoviendo una vida más sana.
Además, la interpretación correcta de estas etiquetas ayuda a combatir el consumo excesivo de ingredientes nocivos, reduciendo el riesgo de enfermedades relacionadas con la dieta, como la obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
En este artículo se presenta una guía paso a paso para entender mejor la información que encuentras en las etiquetas de los productos alimenticios.
¿Qué dice la Ley de Etiquetado de Alimentos?
En España, la regulación sobre el etiquetado de alimentos se fundamenta principalmente en el Real Decreto 1334/1999, el cual ha incorporado diversas directivas comunitarias desde 1979 y ha sido modificado en varias ocasiones. Este decreto establece la norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios. A partir del 13 de diciembre de 2014, el Reglamento (UE) Nº 1169/2011 sobre la Información Alimentaria Facilitada al Consumidor, se convirtió en aplicable, introduciendo cambios significativos en el etiquetado de alimentos, incluyendo obligaciones como la indicación del lote de producción y la necesidad de que las etiquetas estén, al menos, en la lengua española oficial del Estado.
Además, la Ley 28/2015 para la defensa de la calidad alimentaria establece un marco legal en materia de calidad alimentaria, control de esta y régimen sancionador para las infracciones. Esta ley busca garantizar un alto nivel de confianza en los productos alimenticios, proporcionando condiciones leales de actividad entre los operadores de la cadena alimentaria, protegiendo los derechos de los operadores y consumidores, y asegurando la veracidad de la información del etiquetado.
El etiquetado de alimentos es un medio esencial de comunicación entre productores y consumidores, permitiendo a estos últimos hacer elecciones informadas sobre los alimentos que compran y consumen. La normativa abarca desde las menciones generales que deben incluir todos los alimentos hasta disposiciones específicas para ciertos tipos de alimentos, como los organismos modificados genéticamente o aquellos sujetos a requisitos específicos de comercialización.
Información Obligatoria en la Etiqueta de los Alimentos
Desde el 13 de diciembre de 2016, es obligatorio que la información nutricional se presente por cada 100g o 100ml del producto, detallando:
- El aporte energético en Kilojoules (KJ) y Kilocalorías (Kcal)
- Las cantidades de grasa total, grasa saturada, hidratos de carbono, azúcares, proteínas, y sal, todos en gramos.
De manera opcional, se puede añadir el contenido de grasa mono y poliinsaturada, polialcoholes, almidón, fibra, vitaminas y minerales, expresados como un porcentaje del valor diario recomendado, si estas cantidades son significativas.
¿Cómo leer la Etiqueta Nutricional?
1. Información General
Nombre del Producto: Asegúrate de que el nombre del producto refleje fielmente lo que estás comprando.
Lista de Ingredientes: Los ingredientes están listados en orden decreciente según su peso. Esto te ayuda a identificar los componentes principales del producto. Busca ingredientes que prefieras evitar, como azúcares añadidos, grasas trans, o alérgenos específicos.
Alérgenos: La presencia de alérgenos comunes (como frutos secos, gluten, y lactosa) debe ser claramente indicada, ayudándote a evitar alimentos que podrían causarte reacciones adversas.
2. Información Nutricional
Tamaño de la Porción: La información nutricional se basa en una porción específica del producto. Compara esto con la cantidad que realmente consumes para entender mejor tu ingesta.
Calorías del producto (KJ ó Kcal): Te indica la cantidad de energía provista por un producto, medida en KJ o Kcal. Sin embargo, enfocarse exclusivamente en las calorías puede ser engañoso, dado que no toda la energía calórica contribuye igual al bienestar. Un ejemplo claro es el aceite de oliva, que, a pesar de ser rico en calorías, es beneficioso para la salud. Es crucial considerar otros factores nutricionales, como los carbohidratos, azúcares, grasas y sal, para obtener una visión completa.
Nutrientes e ingredientes
Grasas Totales, Saturadas y Trans
Hidratos de carbono y azúcares: Se pueden encontrar en la etiqueta bajo diferentes denominaciones, como glucosa, dextrosa, sacarosa, maltosa, maltodextrina, entre otros.
Fibra: Debemos consumir unos 30 gr de fibra al día, pero la fibra no debe ser añadida al producto, sino que debe encontrarse integrada en los alimentos.
Proteínas: Esencial para la reparación de tejidos y la construcción de masa muscular.
Sal: Un alimento se considera alto en sal cuando tiene 1,25 g (o más) de sal por cada 100 g, y es bajo en sal cuando tiene 0,25 g (o menos) de sal por cada 100 gramos de alimento. Algunos aditivos como el glutamato también llevan sodio.
3. Porcentajes de Valores Diarios (%VD)
Los %VD te ayudan a entender cómo una porción del alimento contribuye a tu ingesta diaria recomendada de nutrientes, basada en una dieta de 2,000 calorías por día.
Un %VD de 5% o menos es bajo, mientras que un %VD de 20% o más es alto. Esto te puede ayudar a identificar rápidamente si un producto es rico o bajo en un nutriente específico.
5. Fechas de Caducidad
Fecha de Consumo Preferente: Indica hasta cuándo el producto mantendrá sus propiedades en óptimas condiciones.
Fecha de Caducidad: Indica el límite de consumo seguro del producto.
6. Certificaciones
Busca sellos que puedan ser importantes para ti, como "orgánico", "sin gluten", "vegano", etc., los cuales pueden darte información sobre la calidad y el método de producción del alimento.
Entender las etiquetas de los alimentos te empodera para tomar decisiones más saludables y adecuadas a tus necesidades y preferencias dietéticas. Con práctica, leer las etiquetas se convertirá en una segunda naturaleza, ayudándote a mantener una dieta equilibrada y consciente.
Para aprender cómo leer la tabla nutricionales es esencial familiarizarse con varios componentes clave:
¿Qué es el NUTRISCORE?
El Nutri-Score es un sistema de etiquetado frontal nutricional que clasifica los alimentos y bebidas en función de su calidad nutricional. Utiliza una escala de colores de cinco niveles, desde el verde (más saludable) hasta el rojo (menos saludable), y letras de la A (mejor) a la E (peor), para ayudar a los consumidores a tomar decisiones alimentarias más informadas de manera rápida y fácil en el punto de venta. Este sistema se basa en el perfil nutricional del producto, considerando nutrientes a limitar y aquellos que se recomienda consumir.
CONSEJO ADICIONALES
Compara Productos: Usa la información de la etiqueta para comparar productos y elegir las opciones más saludables.
Considera tus Necesidades Nutricionales: Ten en cuenta tus propias necesidades dietéticas, como reducir la ingesta de sodio o aumentar la fibra.
Presta Atención a los Aditivos: Si prefieres evitar ciertos aditivos o conservantes, revisa la lista de ingredientes detenidamente.
Priorizar el consumo de productos frescos o levemente procesados con listados de ingredientes breves es recomendable.
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